San Valentín es una fecha marcada en el calendario que nos gusta celebrar con ilusión, no lo vamos a negar, y desde hace tiempo vemos este día con otros ojos para celebrar no solo el amor entre una pareja, sino que también la unión entre personas sea cual sea el sentimiento o lo que les une; incluso celebramos el self-love, algo que nunca deberíamos dejar de hacer. A San Valentín se le alían las joyas como regalo deseo, aunque lo cierto es que este regalo es mucho más que un regalo si sabes cómo elegir. 

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Una joya es capaz de representar y transmitir muchos sentimientos y mantenerlos en el tiempo sin esa necesidad exclusiva de que corazones o cualquier otro elemento relacionado con el amor esté presente. Al mismo tiempo, no queremos que San Valentín sea un día relacionado con el materialismo o el consumo sin sentido, por lo que si quieres hacer un regalo, tener en mente una joya con historia, valores y ética, siempre será un acierto seguro. Al fin y al cabo un diseño con historia y una producción ética tiene sentimientos encontrados con San Valentín, sin olvidarnos de la exclusividad que permite una pequeña producción o la elección de los mejores materiales. Por ello, una joya puede ser mucho más que un regalo en una fecha tan señalada en el calendario, puede contagiar esos mismos sentimientos como la historia de una joya con la que une a esas personas o ese eterno momento que siempre se recordará a través de un regalo.